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El padre Giusepe ha partido hacia el encuentro con el Gran Jefe. Vive junto al Padre compartiendo el campamento eterno. Participó en la fundación de Adisca, fue el primer capellán diocesano y siempre nos acompañó. Guardamos sus mensajes, testimonios, anécdotas y todo lo que nos dejó para ser mejores cristianos, scouts como también una fiel institución de la iglesia.
Invitamos a los grupos para que durante el mes de agosto icen las banderas a media asta, no solo como señal de un necesario duelo sino como simple signo de reconocimiento.
Hoy a partir de las 21:00 hs lo velan en la parroquia Cristo Rey de Guernica.
Compartimos una entrevista realizada por Andres Villa en la semana scout del 2008.
Siempre Listo
Andrés Villa: ¿Qué importancia tiene el movimiento Scout para los niños y jóvenes de la actualidad?
Giuseppe: Yo creo que es uno de los pocos lugares en donde la juventud se puede salvar el día de hoy. Yo tengo un concepto de los jovenes el día de hoy de que van a la ruina con los celulares, con internet, con el cyber, con la droga, con el robo, con la vagancia… Con las escuelas que tienen más días de franco y de paro, y después faltan dos o tres profesores (…).
En la escuela se vende “paco”, en todas las escuelas de Guernica. Ha llegado a chicos de 10 u 11 años que se drogan. Entonces, frente a eso para mí, el escultismo es uno de los pocos caminos que quedan; pero hasta yo tengo también experienca de un escultismo muy flojo; de todos modos, un “escultismo de iglesia”. Yo lo defino así, a “calzón quitado”. Es uno de los pocos caminos que le quedan a nuestra juventud para prepararse convienentemente a la vida de adulto. Y, por supuesto, yo digo en mi parroquia que solamente los jóvenes de Guernica van a mantener en pie la fe en Guernica(…). No tengo sólo scouts en Guernica: tengo Acción Católica, tengo el “MEJ”… tengo 1400, 1500 chicos que tenemos en las instituciones. Va a ser el futuro de la parroquia, porque otros dentro de 10, 20 años los adultos no existirán más. Así que para mi entender (…), el escultismo es aquel que más les forja la austeridad, que es ir contra corriente al día de hoy. Los forja al cumplimiento cotidiano de su ley, de sus principios, de la Buena Acción. Al día de hoy, la juventud no tiene nada que hacer: no cumple nada porque nadie la obliga, nadie le exige. A mi entender el escultismo es uno de los mejores [en eso]. Por eso tengo 14 grupos en Guernica. Apuntamos tener 26 grupos, un grupo en cada capilla. El escultismo para mí tiene una impotancia decisiva dentro de la problemática actual.
Yo de los scouts saco vocaciones: saco diáconos, ministros, dirigentes en las capillas, responsables, animadores especiales. Saco de todo.
A: ¿Cuál es la relevancia de que el escultismo tenga ya 100 años? ¿ Por qué cree que el escultismo llegó a perdurar tanto tiempo?
G: Creo que son dos los motivos:
1) La respuesta la tenés allá, en la boca de Baden-Powell: “Hay una sola clase de persona que no puede estar en el Movimiento Scout: los que no tengan ninguna fe”. Por lo tanto me parece que un sistema educativo que le da importancia a la conexión con Dios, sea cual sea el camino que los padres le hayan dado a los hijos; para mí es un valor que va a quedar para muchos siglos en la historia de la Humanidad.
2) Y el segundo motivo que hay que tener en cuenta (que puedo ser parcial en mi punto de vista) es que para mí el escultismo bien vivido es muy exigente. Exige austeridad, exige renuncia y los jóvenes captan. Tiene un sabor especial. Ahí donde le exigen, donde le presentan la vida como un desafío, le presentan ideales y metas duras de alcanzar. Porque en la adolescencia y la juventud queda mucha fibra sana todavía, que se deteriora más en nivel de adultos, irreparablemente; pero al nivel de la juventud, aunque se manden macanas a veces, tienen siempre unas facetas dentro de su corazón que pueden remontarse, rehacerse. No sé… algo sano.
En resumen son estas dos cosas: la dimensión sobrenatural de la fe y la exigencia del escultismo. El escultismo es un sistema educativo que exige, y es ahí por donde atrapa mucho a la juventud.
A: ¿Cuál es la contribución que hace el escultismo para con la sociedad? ¿En qué contribuye que haya scouts?
G: Yo cuando me fui al Jamboree Panamericano en Bolivia, ahí encontré scouts pibes, jóvenes entre dirigentes. Encontré dirigentes como asistentes sociales, psicólogos, y encontré scouts metidos hasta en la política. Yo no lo había encontrado antes. Esto fue en enero de 1992. Yo participé con los pibes de acá de Guernica. Me parece que la raíz más sana que tiene el escultismo es (…) el servicio. Entonces, en base a esto, en un mundo donde todo el mundo está interesado, todo el mundo piensa para sá, donde la mayor parte de la gente se queja, pretende vivir sin trabajar, en donde todos quieren de arriba y van haciendo manifestaciones… Qué sé yo… Ésta es toda una mentalidad, por lo menos en el ambiente donde yo vivo, donde yo actúo como sacerdote. El escultismo me parece que puede dar un buen aporte a la sociedad civil para tener un país distinto. En “los scouts” se les enseña [a los jóvenes] a arremangarse, a romperse el lomo para beneficiar a otros, para mantenerse firmes, fieles en los ideales, en las metas. Aunque parezca una tontería lo del PAP (el “plan de adelanto personal”), es ahí en donde se autoexigen una progresión, una fecha, una etapa y así y así y así. Yo decía en estos días que todo el mundo se queja, que nuestra presidenta no tiene proyectos para el país, que no arma un plan ni a mediano ni a largo plazo… yo estaba pensando: “Uh, ahí teníamos que postular verdaderos scouts que sepan programarse su vida y programar la vida del país, por lo menos de aquí a 50 años (…)”. Yo creo que deberíamos lograr en nuestros grupos, en nuestras ramas esa fidelidad, ese compromiso. El compromiso que se llama SERVICIO. El compromiso que se llama “no puedo estar quieto frente a una situación difícil y tengo que dar mi aporte frente a una emergencia”; no solamente porque hay que distribuir colchones después de una inundación. Por “emergencia” entiendo situaciones límites, muy feas. En estos días estuve pensando: “¿Qué haría yo si tuviera (no digo mucho) 50 scouts maestros? Ya cambiaría todas las escuelas, donde los profesores no van a dar clases un día porque hay paro, otro día porque tienen que llevar el perro al veterinario, otro día porque se enteraron de que alguien hizo saltar la luz del colegio entonces no van, o el otro día en una escuela voltearon un quiosquito de madera, entonces no hubo clases, como no vino la portera o como estaban adentro pero sin portera y no podían dar clases, ‘todos a casa’“. Yo creo en sentido del deber, en el sentido de una misión, en el sentido de que mi vida responde más a una misión que al cumplimiento de una tarea de la que yo voy a sacar provecho.
Dentro de “los scouts” hay que lograr, si fuese posible, que tomen la vida como una vocación, y no hay muchas instituciones que hablen de la vida como una vocación que yo tengo que realizar a lo largo de ella; No hay muchas y “los scouts” es una.
A: Bueno, eso es todo. Muchas gracias, Padre.
G: No, de nada.
Consejo diocesano