Carta del Papa por los 100 años del escultismo

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Queremos compartir la carta de Su Santidad Benedicto XVI  en relación al centenario del Movimiento Scout que nos motiva y llama a la reflexión.

Benedicto XVI da gracias por los cien años de la fundación de los scouts
El 1 de agosto se celebrará el centenario del primer campamento

CIUDAD DEL VATICANO, martes, 3 julio 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha reconocido los frutos que han ofrecido al mundo y a la Iglesia los scouts al celebrarse los cien años de sus inicios.
Así lo constata en una carta dirigida al cardenal Jean-Pierre Ricard, arzobispo de Burdeos y presidente de la Conferencia Episcopal de Francia.
El 1 de agosto se celebrará el centenario de la apertura, en la isla de Brownsea, en Inglaterra, del primer campo scout, organizado por Sir Lord Baden-Powel (1857-1941), fundador del Movimiento Scout Mundial.
«Desde hace un siglo, a través del juego, la acción, la aventura, el contacto con la naturaleza, la vida de equipo y el servicio a los demás, se ofrece una formación integral a todos los que se unen al scoutismo», recuerda el Papa en su misiva escrita en francés.
Con el tiempo, han surgido movimientos scouts con una clara identidad católica, que se han extendido en numerosos países. En Francia, por ejemplo, existen los Scouts y Guías de Francia, en los Scouts y Guías de Europa, o en los Scouts y Guías Unitarios de Francia
«Fecundado por el Evangelio –añade–, el scoutismo no es sólo un lugar de auténtico crecimiento humano, sino también el lugar de una propuesta cristiana fuerte y de una verdadera maduración espiritual y moral, así como de un auténtico camino de santidad».
«El sentido de responsabilidad que despierta la pedagogía scout lleva a una vida en la caridad y al deseo de ponerse al servicio del prójimo, a imagen de Cristo servidor, basándose en la gracia que ofrece Cristo, en particular a través de los sacramentos de la Eucaristía y del Perdón».
El Papa alienta en la carta la «fraternidad scout», «que forma parte de su ideal inicial y que constituye, en particular para las jóvenes generaciones, un testimonio de lo que es el Cuerpo de Cristo, en el que, según la imagen de san Pablo, todos están llamados a cumplir una misión desde el lugar que les corresponde, a alegrarse con el progreso de los demás y a apoyar a sus hermanos en las pruebas».
«Doy gracias al Señor por todos los frutos que, a través de este siglo, ha ofrecido el scoutismo», confiesa, alentando a los scouts católicos a continuar su camino, proponiendo «a los chicos y chicas de hoy una pedagogía que forme en ellos una personalidad fuerte, fundada en Cristo y deseosa de vivir los altos ideales de fe y de solidaridad humana».
La misiva concluye con un consejo tomado de Lord Baden-Powel: «¡Sed siempre fieles a vuestra promesa scout, aún cuando hayáis dejado de ser muchachos, y que Dios os ayude a hacerlo así!».
Y el Papa añade: «Cuando el hombre se esfuerza por ser fiel a sus promesas, el Señor mismo fortalece sus pasos».

Zenit.org